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Rafael Flores Morante y las Fiestas Aracelitanas de 1975
07.03.21 - Escrito por: Manuel Guerrero Cabrera
Como ya escribimos en otro artículo, el sacerdote lucentino don Rafael Flores Morante realizó, en los años setenta y parte de los ochenta del siglo pasado, una serie de artículos en La Opinión de Cabra, en la que de forma general daba información sobre noticias culturales y religiosas acaecidas en Lucena. No sería la primera vez que este decenario egabrense se ocupara de cuestiones aracelitanas, pues en alguna ocasión publicaron noticias sobre las festividades o renovaciones de la Junta de Gobierno, e, incluso, ocuparía una imagen de Nuestra Madre la cubierta del 7 de mayo de 1972.
Nos centramos en los artículos que don Rafael Flores elaboró en 1975 bajo el significativo título de «Aquí, Lucena». La primera referencia a las fiestas aracelitanas nos la ofrece en el número 2594 (17 de abril), en el que adelanta algunos actos, como la esperada bajada de la Virgen a hombros de sus santeros, la Novena a cargo del Padre Daniel Maya, la Misa Segunda Pontifical de Perossi a cargo de la Coral Lucentina, la procesión (y la «cohetada o Fallas del Sur») de San José Artesano y el engalanamiento del Palacio; lo que el sacerdote agradece al alcalde, don Rafael Rueda. Todo lo expone en breves párrafos muy concisos, que aportan con pocas palabras mucha información.
El segundo artículo (27 de abril, nº 2595) en el que habla de la Virgen de Araceli se denomina «Araceli y Sierra». El sacerdote elabora un sucinto recorrido por la Historia de Lucena de sus devociones marianas desde la Reconquista, «esta Fe mariana [...] afloró de seguida en las cofradías gremiales de Nuestra Señora de la Cabeza y en la de Nuestra Señora de la Paz, entre otras»; a fin de ensalzar la devoción de Lucena por la Virgen de Araceli y la de Cabra por la de la Sierra, con la conclusión de que por igual en grandeza es la devoción de ambas localidades a María. Don Rafael refiere algunos nombres imprescindibles para comprender estas devociones marianas: don Manuel Mora Aguilar y su hijo don Manuel Mora Mazorriaga (Virgen de la Sierra) y don Francisco Angulo Servián (Virgen de Araceli, que compara con Fernando Ramírez de Luque, autor de las Tardes divertidas).
En el nº 2596 (7 de mayo), «Aquí, Lucena» reproduce varias impresiones, muy interesantes y significativas, de las Fiestas Aracelitanas de 1975, que trataremos de resumir aquí lo más acertadamente posible:
?Buen tiempo y buen gusto en el alumbrado de feria que puso la casa lucentina Alcer.
?Inauguración de la nueva sede la Peña Taurina, de la sucursal del Banco de Andalucía, de las Galerías Junca, el Club Remedios y la Marisquería Plaza. Evidentemente, «contribuyendo al desarrollo de Lucena».
?Gratísima impresión de los planos y la maqueta del nuevo ayuntamiento de don Manuel Roldán.
?Referencia a la función y procesión de San José Artesano (y los cohetes).
?El «inquieto» Juan Parejo presentó una nueva Banda de Cornetas y Tambores.
?Recuperación de actos para las fiestas: pregón, ofrenda, salve y programa; al que Lucena responde con «llenazos». Las misas fueron muy fervorosas.
?La feria (Parque de Atracciones, en sus palabras) se situó en el Llanete de los Dolores y en San Juan de Dios.
?Estreno de bambalinas en el trono de la Virgen.
?El 2 de mayo la Cofradía aracelitana de Córdoba se trasladó a un nuevo templo.
?Gran afluencia de forasteros, sobre todo de Málaga y de Écija.
Finalmente, en el nº 2597 (17 de mayo), «Aquí, Lucena» vuelve a ofrecernos, para los que nos encontramos este escrito casi cuarenta años después, un valioso documento que refleja las fiestas de nuestra Patrona en 1975: acudieron representaciones de Puente Genil, Córdoba, Benamejí y Moriles; el 9 de mayo acudió a los actos el Hermano Mayor de la Virgen de la Sierra, el citado don Manuel Mora Mazorriaga; también acudieron varios cofrades egabrenses, encabezados por don Rafael Manjón-Cabeza, a los últimos actos que acabaron en una confraternización en la Casa de la Virgen de Araceli, «dándose vivas a las imágenes de la Sierra y de Araceli»; el Obispo administró el sacramento de la Confirmación en Santo Domingo; y la Hermandad del Rocío inició su andadura hacia Almonte. El artículo concluye con agradecimientos a los Angulo, a la Coral Lucentina, al corresponsal de Radio Atalaya, al de El Correo de Andalucía y al del Diario Córdoba, así como, en general, a los comunicadores. Finalmente, anuncia que se prepara la romería de subida.
En conclusión, los artículos que Rafael Flores escribió en La Opinión de Cabra representan una valiosa muestra de cómo se desarrollaron los actos de las Fiestas Aracelitanas de 1975, y de los que podemos deducir el comienzo de varios proyectos (como el Ayuntamiento) y de cierta pujanza económica (inauguración de comercios y centros privados) y de las propias fiestas (pregón, ofrenda, etc.), así como una respuesta siempre positiva y fervorosa del pueblo hacia María Santísima de Araceli.
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