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Crisis en el cementerio...
01.11.08 - Escrito por: Antonio Ramón Jiménez Montes
Algo así podría pensarse como imposible, aunque es el titular de la noticia cuyo enlace incluyo. Y es que, a fin de cuentas todos tenemos, queramos o no, que usar el cementerio y sus empresas afines cuando terminen nuestros días en esta vida. Y no hay quién oculta que es un negocio seguro pues nadie puede dejar de necesitarlo. No obstante parece que también las empresas relacionadas con el sector, también tienen que adaptarse.... o morir. Quién lo diría.
En el tema de las flores, que estos días consiguen un récord de ventas junto al Día de San Valentín, el de la Madre o la Semana Santa, según los productores, se ha notado la crisis. Aunque se mantienen los precios parece que se vende menos. Las empresas productoras de flor cortada que atienden la demanda para el Día de los Difuntos indican que además del crisantemo o las margaritas, las flores más solicitadas son el clavel y el gladiolo. Pero indican que han vendido casi un 5% menos que el año pasado.
También están los gastos que conlleva el mantenimiento de las sepulturas. El ingenio ha llevado a algunos jóvenes a convertirse en emprendedores y crear empresas dedicadas a la limpieza y mantenimiento de los panteones y nichos de los cementerios.
Otra de las cuestiones que se plantean en estas fechas es la del gasto que supone un funeral. Aparte de los que conlleva el rito funerario hasta la hora del entierro, que son más o menos fijos y que están en función del uso que se haga de las instalaciones de las empresas funerarias y los servicios religiosos, los gastos del enterramiento y su mantenimiento tienden a reducirse considerablemente con la incineración. Un pequeño columbario es mucho más barato de mantener que un panteón o un nicho. Y encima, es más ecológico.
Precisamente en algunos cementerios se están preparando lugares para depositar las cenizas y las urnas funerarias que lógicamente también han de ser destruidas. Los productores están empezando a utilizar materiales ecológicos y empiezan a fomentar que se entierren los restos mejor que a arrojarlos al mar, a la montaña o a otros lugares, creando algunos problemas medioambientales.
Son temas de este día de los Santos, víspera de los Difuntos, que entre las lluvias, dejan ver un telón de fondo donde las antiguas lamparitas que se encendían en aceite han dejado paso a las velas. Y la fiesta de "jalogüin", desplazando a nuestro Tenorio y a esas tradiciones festivas de las ánimas que están dejando paso a las fiestas de disfraces y calabazas encendidas por el territorio patrio. Aunque en algunas zonas de hispanoamérica parece que se consolidan.
Otra crisis más, de la que ya parece difícil salvar a los personajes de Zorrilla.
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