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Dido y Eneas, ópera de Purcell, en el Teatro El Jardinito, el pasado 1º de octubre
05.10.16 - Escrito por: Rafael Nieto López
Alguna que otra vez he asistido a una representación operística en proyección cinematográfica, o sea en pantalla grande, para mi grandísima, al tratarse de Salas de cine pequeñas. Y muchísimas veces, desde el invento del televisor, el Vídeo, DVD después y en retransmisiones bien en directo o en diferido, la pequeña pantalla se ha convertido en el sustituto de las representaciones presenciales en un teatro de ópera, que nunca puede llegar a igualarlas.
Tras lo dicho, por motivos personales, el pasado 1º del corriente no pude asistir y presenciar en directo la puesta en escena, en el Teatro egabrense "El Jardinito", de la conocida ópera barroca del inglés Henry Purcell (1659-1695) "Dido y Eneas", que se representó en su escenario. Pero la tele local "Atalaya TV" la pasó en diferido anoche 4 del corriente en una filmación muy correcta y disfruté de esta ópera tan representada en todo el mundo, de la que se han hecho muchísimas puesta en escena por diferentes directores, que han visto la historia de amor y desamor, con distintos primas y ha sido cantada desde primeras figuras a grupos de aficionados, que mejor o peor nos han hecho escuchar esta música tan deliciosa del siglo XVII, con libreto de Nahum Tate (1652-1715).
La representación que se hizo en nuestro teatro procede de un montaje que ha realizado la Asociación Cultural del Coro del Conservatorio Profesional de Música "Maestro Chicano Muñoz" de la vecina ciudad de Lucena y que ya ha sido rodada en el nuevo y flamante Auditorio lucentino el pasado mayo, con gran éxito artístico y de público (hubo que bisarla).
Con una asistencia exigua de público en Cabra, según he oído, un pueblo que ya ha saboreado varias veces las representaciones de ópera, se ha presentado este "Dido y Eneas" en tres actos, en su versión íntegra cantada en inglés, en la que han intervenido en los papeles solistas los siguientes cantantes:
Carolina Moreno de Alba, soprano gaditana jovencísima, que se metió en el papel de Dido y lo bordó. Hizo un "Thy hand Belinda" antológico, al final del acto III.
La otra soprano, Alba Moreno Chantar, en su Belinda nos deleitó con su preciosa voz joven, como ella.
Eneas lo hizo un barítono de Málaga, José Antonio Ariza y lo superó muy bien pues ya tiene currículo para estas representaciones operísticas, en las que ha hecho distintos roles.
Otro que ha hecho roles barrocos ha sido el contratenor José Carrión y su Hechicero fue perfecto, como cantante y como actor. También fue el Espíritu.
En papeles secundarios escuchamos a las sopranos Tere Moreno Rueda en la Bruja 2ª y haciendo doblete a Irene Román en Bruja 1ª y Mujer 2ª, así como a Diego Morales, tenor, como Marinero.
Este plantel canoro solista llevó a "buen puerto" la obra, que sonó espléndida, junto a un Coro formado por profesores del Conservatorio y otros componentes, entre los que había padres, madres y alumnos del Centro docente musical de Lucena, que hicieron una actuación magnífica, con un empaste digno de encomio, que poco tenía que envidiar a coros profesionales.
Pero aún había más, pues una ópera es una obra de arte completa, total, y así en el foso estaba la Orquesta de Cuerda SYSO, formada por alumnos del Conservatorio lucentino, que hicieron junto a un Grupo Barroco con instrumentos de época (clave-tiorba-guitarra barroca-viola de gamba-violone-percusión) que ocupaba un sitio lateral en el escenario, una magistral interpretación de la partitura.
Todos fueron coordinados por la batuta de Esther Sanzo Herrera, profesora del Conservatorio Superior de Música "Manuel Castillo" de Sevilla, quien no dejó ningún "cabo suelto" en esta interpretación de Cabra, que se puede decir de "perfección total".
La obra, estática, no llegó a ser "versión concierto" sino que los cantantes se "movieron" en escena bajo la dirección meticulosa del egabrense Antonio Suárez Cabello, quien a su vez narró la trama al comienzo de cada uno de los cuadros que componen los tres actos que la conforman, al no haber traducción simultánea, pero fueron suficientes sus palabras para su comprensión.
Había unas proyecciones alusivas a estos cuadros, muy discretas, que no distraían la trama. Lo que si llamó la atención del público fue el precioso vestuario de Roberto Moralejo, Manuel Zambrano y Laura López con un escueto atrezzo, suficiente para la escenografía minimalista que vimos. La luminotecnia de Lara Carrasco, la justa, con los efectos especiales de la tormenta. La excelente peluquería, maquillaje y caracterización corrieron a cargo de Dulce Cano Ruiz y Karmela Pino Muñoz, respectivamente.
Las palmas, los aplausos, no interrumpieron la representación, pues se hicieron justo al finalizar la ópera (perfecto), que fue sin intermedios, al tratarse de una obra de corta duración, una hora.
Como es poco tiempo el que ocupa la ópera "Dido y Eneas", se suplementó el programa con una primera parte orquestal, en la que oímos a la Orquesta SYSO del Conservatorio Profesional de Lucena, en una interpretación barroca excelente, bajo la batuta enérgica de su director Domingo Escobar, profesor de violín, en el bello Concierto para dos violines en la menor R 522 de Antonio Vivaldi, concierto con tres movimientos que contó con la participación de dos hermanos violinistas de Casariche (Sevilla), Ángela y Juan Mª Sojo, que hicieron con pulcritud sus partes solistas. Fueron los primeros aplausos de la noche, que juntos a los de la ópera hicieron vibrar el Teatro "El Jardinito" en una noche triunfal.
El Auditorio de Lucena, repondrá este programa, sinfónico-operístico, una vez más el próximo sábado día 8.
Como dato histórico, la ópera "Dido y Eneas" no es la primera vez que se ha escuchado en Cabra, pues ya en 31 MAY 2008 se oyó en "versión concierto" en la Parroquia Ntra. Sra. de la Asunción y Ángeles, con la Orquesta, Coro y Solistas del Conservatorio Profesional de Música "Cristóbal de Morales" de Sevilla, bajo la batuta del profesor de dicho conservatorio, Aníbal Soriano, a quien hemos visto ahora otra vez en Cabra en el Grupo Barroco que actuó en escena, con la tiorba y guitarra barroca. En ese año también se completó la ópera con el Concierto para Viola da Gamba y Orquesta de G.F. Telemann.
Y finalizo esta crónica con más música. El 29 del corriente octubre, la Orquesta, Coro y Solistas de la Ópera de Moldavia pisan otra vez "El Jardinito" no con ópera escenificada (que es lo que demanda el público), sino con un Recital Lírico de Coros y Arias de Ópera, que espero hará época en nuestra ciudad.
Rafael Nieto López.
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