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Mi apoyo a la Alcaldesa
11.09.2008 - Escrito por: José M. Jiménez Migueles
Por fin llega el esperado momento del Pontifical en honor a María Santísima de la Sierra en el que se celebrará, ni más ni menos, que el 100 Aniversario de su proclamación como Patrona y el 50 Aniversario de su proclamación como Alcaldesa Perpetua de la ciudad de Cabra. El acto, como no podía ser menos, ha acaparado gran parte de la información cofrade de toda la provincia de Córdoba y de muchos núcleos de Andalucía. No podía ser de otra forma ya que, si algo distingue los actos extraordinarios de nuestra Patrona es la multitud que suele aglomerar con una facilidad pasmosa. Y he ahí una de las grandes relevancias de la imagen que representa a María Santísima de la Sierra: su capacidad de mover, y conmover, a las masas.
Así pues, su capacidad de convocatoria está fuera de toda duda. Así como su capacidad de conmoción. Y la de ilusión, también. Hasta capacidad de unión tiene, la Señora. Vivan un día 4 y sabrán de lo que les hablo. Viejas que lloran, niños que saltan, hombres que derraman sangre, sudor y lágrimas por compartir un varal con personas a las que sólo ven año tras año, pero que son como hermanos. Y es que cuando el 4 a las 4 las campanas anuncian que, un año más, se cumple uno de los grandes ritos del egabrense, algo transforma un pueblo generalmente apático en un pueblo entregado a una causa. Y eso no hay quien me lo discuta
Al único punto al que quiero llegar, sin embargo, es a comprender y a felicitar la labor que nuestro Ayuntamiento, encabezado por María Dolores Villatoro, está realizando para conseguir el mayor realce posible a la gran celebración del próximo 14 de septiembre. Una Alcaldesa no puede permitirse el pasar de puntillas por un hecho de este tipo. NO. La Virgen de la Sierra es para Cabra algo más que una imagen devocional con siglos de historia a sus espaldas. Para Cabra y para la inmensa mayoría de egabrenses, la Virgen de la Sierra es mucho más que un símbolo. Mucho más que un escudo. Mucho más que un himno. Muchísimo más que una bandera. Para Cabra, la Virgen de la Sierra es una imagen que el egabrense quiere, admira, respeta y venera. Una imagen que viene a representar los valores más altos del egabrensismo, en tanto en cuanto a su alrededor suele aglutinar a miles de personas de toda condición política, si acaso la condición humana que más separa al hombre. Gente de izquierdas y de derechas, liberales y conservadores, comunistas y nacionalistas, a todos los he visto alguna vez emocionarse ante el paso de la imagen de Nuestra Señora de la Sierra.
Por eso aplaudo la publicación de un Bando Municipal en el que se pide la mayor colaboración posible para la celebración de este acto. Y aplaudiría aún más que no se cediera a las pretensiones hipócritas de unos cuantos que critican este acto por las incompatibilidades ideológicas que se presentan al ser un acto religioso y una alcaldesa socialista. Señores, entiendan de una vez que la Virgen de la Sierra es el pueblo de Cabra y que un Ayuntamiento, así esté gobernado por el mismo Carlos Marx, lo que debe de hacer siempre es estar allí donde esté el pueblo, estar presente allí donde Cabra se respire por los cuatro costados, estar presente e intervenir activamente en todas las actividades que aglutinen a tal cantidad de gente de Cabra. Así de fácil y así de lógico. Lo contrario sí sería un despropósito, porque la Casa Consistorial es la casa de todos y entramos todos o ahí no entra ni Dios (era así la frase célebre, ¿no?) Y por último, no me vengan a decir que es una medida populista del Ayuntamiento, como dejando caer que se hace de compromiso, para caer bien. No señores, para eso se va a las conferencias a las que van cuatro gatos, a las exposiciones monotemáticas que a pocos interesan. Eso sí son compromisos políticos. Esto no. Y lo sé porque la emoción no se puede esconder. Le pasa a nuestra Alcaldesa. Que se emociona, que lo siente. Que sabe que, de mujer a mujer, no hay nadie mejor que pasarle el cetro cada 4 años que a María Santísima de la Sierra
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