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Un presidente para la Agrupación
17.07.2008 - Escrito por: Felipe Osuna Manjón-Cabeza
A partir del viernes correrán nuevos tiempos para la Agrupación General de Hermandades y Cofradías de Cabra. De nuevo, un hombre se pondrá al frente de una de las instituciones más complicadas de la localidad, en su papel primordial como árbitro de Cofradías al no haberse presentado ninguna candidata. Al igual que indicara Antonio Ramón Jiménez, en su artículo aparecido días atrás en Arimatea, haré hincapié en las siguientes líneas sobre la idea primordial que debe regir el próximo Cabildo de Elecciones: la Agrupación no es una Cofradía. A la hora de elegir la futura Junta de Gobierno los hermanos mayores o sus representantes deberían basarse más en el programa que proponen los candidatos que en otras menudencias absurdas que no llevan a nada positivo y que van encauzadas a buscar polémica gratuita, que desde luego podría haber estado servida si alguno de los candidatos se hubiera despistado en los días pasados. Por suerte no ha ocurrido
Para redactar la información que hoy hemos ofrecido en nuestra cabecera ha sido necesario proceder a la lectura minuciosa de las propuestas de ambas candidaturas, que contienen apuntes para todos los gustos. Evidentemente me he quedado a título personal con una. En su contenido se aportan las líneas fundamentales que debe seguir un organismo que goza de más de 6 décadas de trayectoria en nuestra localidad, pero sobretodo se reconoce la idea fundamental sobre la que se cimenta la Agrupación: el consenso entre las Hermandades como parte fundamental de la Iglesia.
Por ese motivo, considero la propuesta que habla de «la creación de una comisión que sirva de enlace entre la Agrupación y el clero» como la idea que debe predominar a la hora de elegir un candidato. Creo sinceramente que es la proposición más acertada que se ha realizado en las últimas décadas, en las que han llegado a vivirse situaciones considerablemente tensas cuando los Cofrades han estado discrepado con lo que solicitaba el clero. Además, hay otra propuesta ya en el ámbito patrimonial que sinceramente me apasiona porque la considero muy interesante para la localidad. Se trata de la consecución del Museo de la Pasión. Sí, aquel espacio expositivo que llegó incluso a figurar en los planos de la localidad y que puede fomentar enormemente la difusión de una Semana Santa que debería estar incluida en la ruta Caminos de Pasión (oído para los políticos del gobierno local) en vista de su catalogación como de Interés Turístico Nacional. Un espacio que podría situarse en un enclave excepcional a escasos metros del lugar que acogerá a la nueva Oficina de Turismo. Desde que se conoció el desistimiento hacia esta idea, hace un par de años, no he podido evitar hacerme la pregunta: si Puente Genil o Baena tienen este tipo de museo ¿por qué Cabra no?
No quisiera que se considerara como una crítica la valoración que expondré de la candidatura que menos me gusta (o no convence) ya que considero a las personas que la componen bastante trabajadoras y responsables. Simplemente he de apuntar que, a mi parecer, la propuesta presentada resulta «algo floja» por motivos concretos. Creo que la Agrupación no debe centrarse en la procesión del Resucitado, primordialmente porque las Cofradías que la integran asisten obligadas y de mala gana. A los hechos me remito, ya que en numerosas ocasiones ni tan siquiera asisten los hermanos mayores, es más, envían a los integrantes más jóvenes de la junta, ocultos bajo el antifaz con la orden de no mediar palabra para ocultar su edad. Desde la Agrupación se debería trabajar en otra línea respecto a esta procesión y priorizar, en el momento que sea oportuno, su escisión del organismo cuando una hermandad pueda hacerse cargo de la misma, proporcionando el respeto que se merece a la imagen que debería ser el cúlmen de la Semana Santa: Jesús Resucitado y que hasta el momento se encuentra relevada por motivos que todos conocemos al último plano, pese a la calidad de la nueva talla.
Hay otros detalles que considero poco necesarios como la sustitución del estandarte de la Agrupación (aunque no sea de mi agrado considero que las personas que trabajaron para su adquisición se merecen cuan menos el respeto de verlo cumplir su función). Es cierto que pesa “una tonelada” y que podría mejorarse, así que sería más factible reformarlo que invertir dinero en uno nuevo, si además se pretende controlar el gasto. Un tercer punto en el que discrepo bastante radica en la sustitución de la convivencia de Frías por una cena de hermandad. Si bien, he criticado en numerosas ocasiones que su celebración ha sido durante años la excusa perfecta para organizar un campeonato encarnizado de fútbol-sala. El enfrentamiento innecesario, por culpa de la competición, no es excusa para que a la gente que acudimos con ganas de pasar un fin de semana divertido -en un ambiente cofradiero- se nos coarte un evento que cada año se ha ido superando en participación. Craso error su sustitución por una cena más en un calendario saturado en los meses de otoño y Cuaresma. Y encima, para que salga alguna asociación que, como el año pasado, cargue contra los medios de comunicación por no haber acudido a una cita que no es obligada.
Mañana no podré acudir a votar porque no dispongo de ese derecho. Ya saben, sólo habrá un voto por Cofradía, pero estaré pendiente de sus resultados porque me interesa el futuro de nuestra Semana Santa, porque estoy ilusionado en volver a vivir un pregón que sea cofrade por excelencia y porque la Agrupación al fin y al cabo, es el lugar de encuentro de todos los Cofrades. ¡Que Dios reparta suerte!
17-7-2008
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