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Un programa de música vocal española de los siglos XIX y XX, en el que sonaron también obras de nuestra tierra, Córdoba, así como de nuestro género lírico, la zarzuela, hizo que el público asistente, buena entrada, disfrutara de un delicioso concierto.
La soprano Ana María Moya, ha sido profesora de violín en el Conservatorio Elemental "Isaac Albéniz" de Cabra, por lo que está muy ligada a nuestra ciudad, donde entre sus alumnos ha destacado nuestro paisano Carlos Rafael Martínez Arroyo, que lleva una carrera superior fulgurante en la "Manhattan School of Music" de Nueva York (U.S.A.).
El programa, muy atractivo, dividido en dos partes, comenzó en su primera con dos "Canciones españolas" muy conocidas de Federico García Lorca, "Los cuatro muleros" y "Anda jaleo", previa una presentación, con palabras de Ana María, agradeciendo la asistencia.
Ya con esta introducción musical sabíamos por donde iba a desarrollarse la velada, con una buena voz y un buen acompañamiento pianístico.
Siguieron 5 Canciones de la obra poética de Rafael Alberti "Marinero en tierra", con música de Rodolfo Halftter, que hizo de ella un Ciclo, y la conjunción perfecta del dúo en la voz de Ana María, con unos afinadísimos agudos y la sutileza y apasionamiento del pianista acompañante Juan José, cosechó muchos aplausos y bravos, que ya no faltaron en toda la actuación.
Para descanso de la voz, el pianista nos obsequió con "Córdoba" de "Cantos de España" de Isaac Albéniz, en la que demostró la excelencia de su actuación.
Otra vez la soprano en escena, para hacernos el "Tríptico de Canciones" de Lorca con música de Jesús García Leoz, tres "dulcecitos" que bordó, con el buen decir del pianista acompañante que no lo abandonó en toda la noche.
Y cerró la primera parte "El Vito", famoso baile de nuestra tierra, de Fernando Obradors, con mantón de Manila de la cantante, incluido, que fue dicho con perfección por el Dúo Hispania Vocal.
Antes de esta conocidísima pieza, Ana María había mencionado que entre el público se encontraban personas de Lucena, Montilla, Rute, Moriles, Monturque, Fernán Núñez... a los que agradecía su asistencia. Y sonó una voz diciendo, que si no figuraban entre ellos los de Córdoba -¿Y los de Córdoba, qué? Ana María lo rectificó en cuanto pudo.
Tras el descanso, el compositor popular cordobés Ramón Medina, puso dos de sus obras "Isla de San Fernando" y "Último toro", que musicó muy bien sus letras Ana María, como buena cordobesa.
Después escuchamos de Manuel de Falla, las "Siete Canciones Populares", tan conocidas y que han sido cantadas por multitud de sopranos, mezzos y han sido hechas versiones para distintas combinaciones orquestales. Las desarrolló nuestra solista vocal impecablemente con la pulcritud pianística de Juan José Cosano. En este orden hicieron "El paño moruno", "Seguidilla murciana", "Asturiana", "Jota", "Nana" (el mantón de Manila, a modo de bebé, fue acunado por Ana María), "Canción" y "Polo".
Qué decir de la soprano. Que es una lírica ligera excelente para estas obras.
El pianista ayudó para el descanso de la voz, otra vez, interpretando "Sacromonte" de las "Danzas gitanas" de Joaquín Turina, con gran perfección.
Y vino la Zarzuela, que se hizo como debe ser. Cuatro piezas en las que la soprano lució su saber, junto a un pianista acompañante, en unas obras de difícil interpretación y además muy conocidas de todos.
De la "Gran Vía" de F. Chueca y J.Valverde, el "Tango de la Menegilda" que lo hizo muy gracioso, con su mímica. Los aplausos irrumpieron en los últimos compases.
De "Katiuska" de P. Sorozábal, la romanza "Vivía sola", que es una delicia y así la dijo. Bravos.
De "La Tempranica" de G. Giménez, el famoso "Zapateado", algo complicado en el decir, que lo han cantado tanto sopranos como contraltos y lo solventó muy bien.
Cerraba el programa, la canción de Paloma de "El Barberillo de Lavapiés" de Barbieri, que resolvió igualmente bien, no faltando su agudo final.
Los muchos aplausos sacaron un bis, propina muy alegre con castañuelas, las "Sevillanas del siglo XVIII" "Viva Sevilla" de García Lorca que las terminó con "Viva Cabra", entre los aplausos del público y que trajeron un final de alegría a un concierto que había discurrido todo él, por un camino delicioso.
Después, en el "foyer" del teatro, los asistentes comentaron el éxito del concierto, departiendo con los artistas que había logrado tal éxito, en una noche que esperamos se repitan. Próximamente, el día 27 del corriente tendremos zarzuela por el Teatro Lírico Andaluz, con la obra "El barbero de Sevilla" de G. Giménez y M. Nieto. Y después, esperamos haya ópera.
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